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Refri


Eran otros tiempos, eran otros lugares, eran otros ánimos.

Eran dias de lluvia, y de calor, como los que corren hoy en la ciudad de la esperanza, pero con más insectos, con más flores y con más comida enlatada. Eran los mejores tiempos...

Era un departamento con una recamara y muy cerca del equilibrio termódinamico, es decir, un desmadre. En un principio no habia un refrigerador , nos levantabamos temprano e iba yo a la tienda por un poco de jamon, pan, refresco y varios frutsis congelados, y desayunabamos en la cama, emparedados y pan dulce. Eramos jovenes y atrevidos, no necesitabamos cafeina para coger el resto de la mañana, y para vagar por la ciudad por la tarde y la noche.

Ibamos juntos al autoservicio, comprabamos muchas latas, muchos dulces, refrescos rojos, y repelente de insectos. Y un litro, oh si, los buenos tiempos, un litro de picadillo y muchas piezas de tortillas de trigo... no había refrigerador pero sí un horno de microondas, y esos eran los mejores burritos del mundo. Esos eran los mejores días.

Despues hubo un refrigerador, y una lavadora. Ella iba a la escuela y yo me despertaba temprano para prepararle desayuno y empacarle un almuerzo triangular que tambien incluia dulces. Y mientras se bañana yo tomaba las letras magneticas del refrigerador y las acomodaba para tratar de formar, como en un crucigrama, el mayor número de palabras que nos recordaran que eran, en efecto, los mejores días.

Durante el día yo jugaba con mis 7 CDs de Debian.. aprendí mucho esos días.. sin internet, logré poner a funcionar todo el hardware, los dbms y los compiladores e interpretes que según yo eran necesarios para una vida saludable y llena de retos intelectuales. Encender el radio y escuchar la radio de la UAEM me hacia sentir que, mientras jugaba con dselect o releia a Gibson, iba en una ruta subiendo por avenida universidad hacia el auidtorio de la torre.

Una vez vi baraka en ese auditorio.
Otra vez subí a la biblioteca buscando un libro de cálculo y termine leyendo sobre los rollos del mar muerto.
Otra vez ocupé una compu a su nombre y codifique en un emacs remoto por ssh.

Durante la noche bajabamos el colchon al suelo y cada noche dormiamos con una orientación diferente.

Esos eran los mejores tiempos.

2 comments:

Violette said...

¿me puedes recomendar insecticida?

Justo estoy luchando contra un escarabajo rojizo que se metió a mi estudio. Es el segundo de la noche =S

Benjamín Téllez said...

no se... los mejores tiempos son ahora y sólo ahora
Aparte de los ochenta claro...




Alguien me habló todos los días de mi vida al oido, despacio, lentamente. Me dijo: ¡vive, vive, vive! Era la muerte. (JS)